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Otoño, llega la alergia al moho

Llegó el otoño: las temperaturas están bajando, pero aún es pronto para encender la calefacción.


En otoño, que climáticamente no se decanta por el frío ni por el calor, tiende a aumentar la humedad que afecta a nuestros hogares, así como sus efectos más deletéreos.

El aumento de la humedad aumenta, nacen mohos donde nunca los ha habido, y nuestra salud sigue amenazada por lo que sucede en las otras estaciones.

Así es: si hay una temporada en la que deberíamos preocuparnos más por encontrar soluciones contra la humedad capilar, esa es sin duda el otoño. Es precisamente en otoño, de hecho, cuando un tipo particular de alergia, la de los mohos, da su peor momento.

La alergia otoñal

Pero espera … tal vez no estaba ahí la primavera es la temporada de los mohos?

Sin embargo, como dijo Albert Camus, «el otoño es una segunda primavera, cuando cada hoja es una flor». En realidad, la explicación de la alergia otoñal es menos poética.

En primer lugar, cuando lleguen los primeros resfriados, tal vez nos agarran fuera de la casa sin chaqueta ni bufanda, es ciertamente normal padecer las primeras dolencias típicas de los resfriados.

El aire se enfría, las lluvias comienzan a abundar y se cree que los virus del resfriado y la gripe son una buena razón para tener los ojos rojos y la nariz congestionada. Pero ojo, porque si a esos síntomas le suma cierta dificultad para respirar, quizás no sea el virus estacional habitual, sino una alergia al moho.

La amenaza del moho en el hogar

Y precisamente, el otoño es la época de la alergia al moho, que como sabemos no son más que organismos parásitos, hongos que liberan sus esporas al aire, amenazando nuestra salud.

No son tanto los mohos externos los que resultan insidiosos, sino los que se desarrollan en el interior de nuestra casa, en habitaciones mal ventiladas, en el baño y en la cocina por exceso de vapor, y en cualquier otra estancia por capilaridad ascendente de humedad, que Se sabe que, además de degradar las paredes, también se produce a través de halos de humedad e importantes manifestaciones de moho.

Los síntomas de la alergia al moho

Evidentemente, para cualquier tipo de diagnóstico es necesario contactar con su médico, pero es bueno informarse sobre los síntomas de la alergia al moho, para que no se confunda de vez en cuando con un simple resfriado y por tanto subestimado.

Estornudos frecuentes, secreción nasal, picazón en los ojos, tos son todas señales de alarma que no deben tomarse a la ligera, especialmente si este conjunto de síntomas varía junto con la humedad del aire. A veces, de hecho, durante los días en que el aire es más seco, los síntomas desaparecen por completo.

Campanas de alarma que no deben subestimarse

¿Hay rincones ocultos atacados por el moho en su hogar? ¿Algunas paredes muestran signos inconfundibles de humedad ascendente en las paredes?

¿Sus hijos tienen un resfriado crónico en el otoño? En este caso, es imprescindible un examen médico para asegurarse de que no sean alérgicos. Y ese moho, tanto por la salud de tus seres queridos como por la tuya, hay que eliminarlo por completo, con los métodos más adecuados y definitivos.